sábado, 31 de enero de 2009


A veces caminas a mi lado y otras veces el camino se te hace pesado y vienes tras de mí. Es difícil querer soltarte la mano, cuando prometí no dejarte ir. Es difícil saber que hacer con tu cansancio y mis ganas, con tu capricho y mi nostalgia, con tu duda y mi verdad. A veces te encuentro y otras veces ni al tocarte te puedo sentir. Sé que a veces no estás ahí, quizás viajas por algún recuerdo, quizás añoras aquella que yo no fui. Y sé que otras veces, vuelves a mí. A veces duele y otras veces casi molesta pisar sin dejar ninguna huella en este camino que conduce a nada, pero del que no puedo desistir. Y es que en esos momentos en que vienes a mi lado, soy felíz. Porque te encuentro, porque pareces enamorado, porque te miro y estás en mí. Esas veces, vuelvo a vivir. Para luego, más tarde, despertar en la cornisa de tu indiferencia con mi mano que no te suelta y tu corazón puesto en otro lugar. Con mi mirada que te busca y ya no te encuentra. El eco de algún te amo que aún resuena, me deja volver a respirar. Por aquellos momentos buenos, por los ratos en que me amás, por eso es que sigo acá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario